La decisión de empezar a hacer terapia y en qué formato es algo muy personal y depende de nuestras circunstancias y necesidades en cada momento. Lo que expongo a continuación es información basada en mi experiencia y formación como Terapeuta Gestalt y, como con todo lo que publico en esta web, es únicamente mi visión personal.
Terapia individual
La terapia individual consiste en sesiones de entre 45 minutos y 1 hora en que un cliente y un terapeuta trabajan juntos los asuntos que traiga el cliente. Al principio del proceso es recomendada la frecuencia semanal ya que para hacer un buen trabajo terapéutico es necesario establecer un vínculo de confianza entre terapeuta y cliente. Cuando el terapeuta te empiece a conocer lo suficiente y tú tengas la confianza para ir abriendo temas cada vez más profundos, los avances de la terapia serán más importantes.
Las primeras sesiones puede que el terapeuta desee recopilar información sobre tu historia personal y seguramente miraréis mucho hacia atrás, a cómo fue tu infancia, cómo han sido tus relaciones, hechos importantes que te han marcado… Pasada esa primera fase de conocerte, las sesiones pasarán a centrarse en los temas que tu desees trabajar, es decir, “el asunto” que traes cada semana para tratar en la sesión. Así, una parte importante del proceso lo hace también el cliente solo, prestando atención a qué le pasa en su vida cotidiana, a cómo se siente, qué hechos le afectan de manera importante, etc… ya que posteriormente estas vivencias son las que se trabajarán en terapia individual.
Terapia en grupo
Existen varias formas de terapia Gestalt en grupo, desde talleres puntuales con un tema específico hasta grupos de crecimiento personal basados en terapia Gestalt. Así, el tamaño de los grupos también pueden variar enormemente. Los talleres pueden ser de 10, 20 o 100 asistentes mientras que los grupos de crecimiento personal suelen ser más reducidos, desde 10, 15 o hasta 25 participantes.
Para alguien que empieza a hacer terapia, un grupo de crecimiento personal puede ser un primer contacto con el trabajo en grupo. Suelen ser más reducidos y, en ese sentido, más íntimos que los talleres puntuales. Además tienen una continuidad, algo esencial para generar la dinámica de confianza necesaria para que el grupo en sí pueda jugar su rol terapéutico.
Pero, ¿cuál es ese rol terapéutico que puede representar el grupo? Por una parte el grupo es un espacio seguro, de apoyo y acogida, donde poder compartir tus emociones, pensamientos e impulsos más íntimos. Obviamente eso lo tiene también la terapia individual pero el grupo puede verse como una versión en miniatura del mundo en el que movemos y en él se manifestará y tendremos la oportunidad de trabajar la forma en que nos relacionamos con los demás. Muchas veces se dice que el grupo funciona como un espejo donde es imposible no verte. Si te imaginas al terapeuta de la sesión individual como un espejo intentando mostrarte quien eres y cómo te muestras ante el mundo, en el grupo cada uno de los participantes es también un espejo, teniendo así un efecto multiplicador impresionante.
Las sesiones de los grupos de crecimiento personal suelen tener una duración de entre 2 y 4 horas, aunque a veces se suelen realizar trabajos más largos que pueden implicar una continuidad a lo largo de varios días. En cuanto a frecuencia puede variar: pueden ser encuentros más breves semanales o quincenales, o encuentros más largos pero de frecuencia mensual.
Para alguien que empieza terapia, y en función de cuál sea la necesidad, cada uno de los formatos tiene sus ventajas e incluso en muchos momentos pueden ser complementarios.
Si quieres que te ayude a orientarte acerca de lo que más te puede interesar en estos momentos, puedes contactarme y concertar una entrevista personal.
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Autora fotografía: Anne Marthe Widvey, utilizada bajo licencia Creative Commons.